El peso mexicano cerró la sesión con una depreciación de 1,4%, la divisa de mayores pérdidas entre los principales cruces del dólar, por el aplazamiento de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a 2019, informó el Banco Base.
Esa caída de la moneda nacional, que perdió 28,3 centavos para cotizar a 20,57 pesos por dólar, ocurrió «en un contexto donde las tensiones comerciales entre México y EEUU se incrementaron y se confirmó un aplazamiento de las conversaciones sobre la modernización del TLCAN más allá de este año».
Al mismo tiempo, un incremento de 47,7% en las posturas a la espera de una depreciación del peso «causó que las posiciones especulativas se volvieran negativas por primera ocasión desde abril de 2017» en el Mercado de Futuros de Chicago, indica la institución. Las apuestas disminuyeron 4,43% durante la semana comprendida entre el miércoles 30 de mayo y el 5 de junio.
Ese indicador se colocó en 11.110 contratos, cada uno de 500.000 pesos, unos 24.307 dólares a la cotización del lunes. El ajuste de las posiciones especulativas «indica que el mercado espera que el peso continúe depreciándose, pues el número de apuestas a la espera de una depreciación del peso es mayor al de las posturas a favor de una apreciación», puntualiza el reporte financiero.
Además, el mercado de divisas se mantiene a la espera de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal (FED, banco central de EEUU), este 13 de junio. El dólar estadounidense podría fortalecerse frente a sus principales cruces, si la FED decide subir su tasa de interés, atrayendo capitales.
Asimismo, en México se publicó el lunes el dato de actividad industrial correspondiente al mes de abril, el cual mostró una disminución de 0,4% en comparación con el resultado de marzo, según cifras oficiales. Durante la sesión, la paridad peso-dólar alcanzó un mínimo de 20,27 y un máximo de 20,60 pesos por dólar. Las disputas comerciales más recientes en Norteamérica surgieron entre el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de EEUU, Donald Trump, durante la reunión del G-7 celebrada el fin de semana pasado en la localidad canadiense de Charlevoix (este).
Trudeau dijo que las medidas arancelarias sobre las importaciones de acero y aluminio aplicadas por Trump eran «injustas» y que su país respondería con las medidas apropiadas.
En respuesta, Trump atacó a Trudeau a través de la red social Twitter, refiriéndose al líder canadiense como una persona «deshonesta y débil». La ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, replicó que, a pesar de tomar medidas recíprocas contra EEUU, el Gobierno de Canadá está abierto al diálogo con la Casa Blanca.
La incertidumbre también es impulsada por el proceso electoral mexicano para elegir presidente y renovar todo el Congreso el 1 de julio.