Desde febrero de este año, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) de Guatemala estuvo anunciando que el volcán de Fuego de ese país había aumentado su actividad eruptiva lanzando columnas de cenizas que alcanzaron a varias aldeas aledañas.
Estos eventos llevaron a la Conred a decretar una alerta naranja (peligro) «ante el incremento de la actividad del Volcán de Fuego», reseñó el 1 de enero el portal Nuevo Diario de Nicaragua.
Dos meses después, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) dijo que el coloso que se ubica a 50 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca estaba expulsando una gruesa columna de ceniza a unos 4 mil 800 metros de altura que se dispersa a unos 20 kilómetros al oeste y suroeste del cono volcánico.
Ese mismo mes, Insivumeh se declaró en alerta, luego de informar que se encontraban activos los volcanes: De fuego, Santiaguito y Pacaya, y que precisamente el primero, era el de mayor intensidad, con hasta 8 explosiones por hora, reseñó en esa oportunidad el portal Deguate.com
Pese a estos hechos, el gobierno de Guatemala, que preside Jimmy Morales, aliado del mandatario estadounidense Donald Trump, no anunció ningún plan de evacuación por la actividad del volcán.
El domingo 3 de junio, el coloso de 3.763 metros de altura, hizo erupción, dejando a su pasó 109 personas fallecidas, 1,7 millones de afectados, 12.407 personas evacuadas, 7.393 atendidas, 4.137 albergadas, 197 desaparecidas y 58 heridas, de acuerdo con los datos de los cuerpos de socorro.
Un aviso y unas declaraciones escalofriantes
Desde las seis de la mañana de ese domingo, hora local, Insivumeh alertó a la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) del peligro de una erupción con flujos piroclásticos. Es decir, explosiones violentas de rocas y gases ardientes en el volcán de Fuego.
Durante las siguientes siete horas, hasta el momento de la erupción, el Insivumeh emitió otros dos boletines en los cuales siempre indicó de la presencia de ese flujo y recomendó a la Conred elevar el nivel de alerta y considerar la evacuación. Sin embargo, la Conred no actuó hasta las 13:45 horas, cuando según sobrevivientes el material volcánico ya había llegado a algunas comunidades, reseñó el pasado 7 de junio, el portal La Rioja.
Los representantes de la Conred señalaron que monitoreaban la actividad volcánica, pero que el «panorama era bueno» por lo que no evacuaron a las personas; sin embargo, aproximadamente a las 15:30 horas, el volcán incrementó su actividad, lanzando rocas, cenizas, arena y lava, reseñó el pasado domingo el portal guatemalteco El Periódico.
La Conred declaró la alerta naranja a las 16:45 horas, cuando la ceniza ya cubría la comunidad de San Miguel Los Lotes de la aldea El Rodeo, en Escuintla, y decenas de personas ya habían sido alcanzadas por la erupción volcánica. Hasta entonces iniciaron los procesos de evacuación, pero la tragedia ya había empezado, reseñó el portal guatemalteco Plaza Pública.
Varios vecinos afectados han dicho que nunca les dijeron que había que evacuar. Muchos salieron vivos porque corrieron del lugar al ver como «el volcán se nos venía encima».
Sin embargo, los huéspedes y personal del hotel La Reunión, el lujoso resort ubicado en esa zona, habían sido evacuados desde las 12:45 horas, agregó la citada fuente.
En el medio de la tragedia, que afectó principalmente los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez, Escuintla, y mientras la comunidad hacía todo lo posible por rescatar a las víctimas, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, en compañía de sus ministros se dirigió al país para decir: «Nuestro presupuesto no nos permite designar ni un centavo para atender la emergencia».
Para acto seguido agregar: «Me da vergüenza volver a decirlo, pero por la Ley del Presupuesto no podemos contar con un solo centavo para emergencias».
Los medios de comunicación no tardaron en señalar que la aseveración de Morales era falsa, ya que el artículo 101 de la Ley de Presupuesto sí establece un protocolo por seguir para acceder rápidamente a los fondos necesarios para responder a una emergencia nacional, se trata de decretar un Estado de Calamidad Pública, como reseñó el portal guatemalteco Plaza Pública.
De hecho ese fue el mecanismo que siguió el Gobierno de Morales, dado que el domingo en la noche el Gabinete de Gobierno decretó un estado de calamidad pública en los departamentos de Sacatepéquez, Chimaltenango y Escuintla, el cual fue ratificado al día siguiente por el Congreso.
Las críticas sobre la actuación del Gobierno de Jimmy Morales, tras la erupción del volcán no se han hecho esperar, al punto que el pasado 7 de junio, la fiscal general de Guatemala, María Consuelo Porras, ordenó una investigación de oficio ante posible negligencia en la respuesta de las autoridades a la erupción del Volcán de Fuego.