La Unión Europea (UE) ha extendido sus sanciones de «derechos humanos» contra Irán antes de un debate entre los estados miembros divididos sobre más prohibiciones anti Teherán bajo otros pretextos con el objetivo de satisfacer al presidente estadounidense Donald Trump y mantener a Washington en el poder nuclear de Irán acuerdo.
El jueves, el bloque extendió las medidas por un año hasta abril de 2019 sobre lo que llama violaciones a los derechos humanos de Teherán.
Incluyen la congelación de activos y la prohibición de viajar contra 82 personas y una entidad, así como ciertas prohibiciones de exportación al país.
Las sanciones, que se impusieron por primera vez a Irán en 2011, no están relacionadas con las levantadas por la UE y los EE. UU. En virtud del acuerdo nuclear de 2015 con Irán.
Estados Unidos ha violado algunos términos del acuerdo desde su conclusión.
Sin embargo, desde enero pasado, cuando el presidente Donald Trump asumió el cargo, comenzó a demonizar seriamente el acuerdo y amenazó con retirarse de él.
Él le ha dado a los partidos europeos del acuerdo una fecha límite del 12 de mayo para arreglar lo que él llama los «defectos» en el acuerdo, amenazando con no extender las sanciones de Estados Unidos a Irán en relación con el acuerdo si no lo hacen.
Ahora, la UE, que ha estado advirtiendo contra los intentos de sabotear el acuerdo, debe decidir si impone nuevas sanciones no nucleares a Irán para demostrar que comparte algunas de las «preocupaciones» de Washington sobre el país.
Los ministros de Relaciones Exteriores del bloque deben tomar partido sobre si imponer las nuevas prohibiciones en una reunión en Luxemburgo el lunes.
Francia, Gran Bretaña y Alemania han estado abogando por nuevas sanciones, mientras que Austria, España e Italia desalientan tales medidas.
Los opositores de las nuevas prohibiciones contra Irán temen que la medida pueda socavar el acuerdo nuclear, llamado el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).
París presionó para que se sancionen a Irán por el papel regional del país y el programa de misiles convencionales.
Sin embargo, Italia dice que cualquier medida de este tipo alteraría las posibilidades de Teherán y las empresas europeas de disfrutar de las sanciones y de hacer negocios.
Roma también dice que no hay garantía de que las nuevas medidas punitivas de la UE aseguren que Trump no abandone el acuerdo nuclear de todos modos.