El presidente del parlamento iraní, Ali Larijani, arremetió contra las acciones de Israel durante las protestas del Día de la Tierra, que dejaron al menos 17 palestinos muertos y más de 1.500 heridos el primer día.
El parlamentario de mayor rango ha denunciado el asesinato de docenas de palestinos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel como un «acto de crimen e inhumanidad por parte del régimen sionista ilegítimo y usurpador contra las manifestaciones de la nación de los palestinos».
«El único lenguaje que los terroristas que gobiernan en Tel Aviv pueden entender es el lenguaje de la fuerza y la resistencia es la única solución para contrarrestar los ambiciosos fines del régimen sionista», dice la declaración de Larijani.
Larijani, actual presidente de la Unión Parlamentaria de la Organización de Estados Miembros de Cooperación Islámica (PUIC), procedió a decir que las acciones recientes de Israel representaron «la continuación de los frecuentes crímenes cometidos por los sionistas bajo la protección provista por el gobierno de los Estados Unidos».
Según él, la política de Israel de crear tensiones junto con la decisión de Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén era parte de un «complot peligroso», que pone en peligro la estabilidad regional. En conclusión, Larijani instó a los parlamentos de los estados miembros de la OCI y otras naciones a denunciar las acciones de Israel, apoyar a los palestinos y disuadir a los «sionistas» de desencadenar una nueva crisis.
Horas antes, el subsecretario general de Asuntos Palestinos de la Liga Arabe, Said Abu Ali, dijo a la agencia de noticias egipcia MENA que la organización sostendría una reunión de emergencia para discutir «los crímenes de Israel contra los manifestantes pacíficos palestinos».
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró una reunión de emergencia el 30 de marzo sobre la situación en la Franja de Gaza, y pidió una «investigación independiente y transparente» sobre la muerte de docenas de manifestantes.
El 30 de marzo, al menos 17 palestinos murieron y más de 1.500 resultaron heridos en la frontera entre Israel y Gaza como resultado de las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes durante el primer día de la protesta palestina de seis semanas, llamada «The Great Return March». , «Se centró en el derecho de los refugiados palestinos a regresar a su patria».