Más de 25 países, incluidos los miembros de la UE, así como los Estados Unidos, han expulsado a más de 140 diplomáticos rusos en relación con el incidente de Salisbury.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, confirmó que Ankara no tenía intención de tomar medidas contra Rusia por el caso Skripal, informó el diario Habertürk.
En una declaración escrita, Aksoy agregó que Turquía «condena lo que sucedió en el Reino Unido y considera el uso de armas químicas como un crimen contra la humanidad».
Anteriormente, el representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía Hami Aksoy hizo una declaración diciendo que Ankara está a la espera de una investigación sobre el caso de Skripal para identificar a los autores del ataque y llevarlos ante la justicia.
Más de 25 países, incluidos los Estados Unidos y los Estados miembros de la UE, decidieron expulsar a los diplomáticos rusos por la supuesta participación de Moscú en el envenenamiento del ex agente de inteligencia ruso Sergei Skripal. Moscú, por su parte, prometió una respuesta y enfatizó que la expulsión de los diplomáticos rusos de ninguna manera ayudaría a la investigación del incidente.
El 4 de marzo, el ex coronel GRU Sergei Skripal, condenado en Rusia por espionaje a favor del Reino Unido, y su hija Julia fueron encontrados inconscientes en un banco en un centro comercial en Salisbury y actualmente están siendo tratados para ser expuestos a lo que los expertos británicos creen ser el agente nervioso A234.
Más tarde, Londres emitió una declaración de que esta sustancia se estaba desarrollando supuestamente en Rusia, sobre esta base, acusando a Moscú de estar involucrado en el incidente.
La parte rusa ha negado vehementemente las acusaciones de la parte británica y ofreció asistencia en la investigación, solicitando muestras de la sustancia química utilizada para envenenar a Skripal para su examen. Sin embargo, el Reino Unido rechazó todas las demandas de Moscú.