Solo un par de días antes de un mes desde el lanzamiento de su operación ‘Acero de Damasco’ contra grupos terroristas armados en Ghouta Oriental y el Ejército sirio han logrado reducir en un 90 por ciento la zona de insurgencia, que alguna vez fue muy activa cerca de la capital nacional.
La última novedad fue que el ejército sirio llevó a terroristas en el extremo sur de Ghouta a la mesa de negociaciones después de romper sus principales líneas defensivas que estaban ancladas alrededor del valle de Ayn Tarma y los distritos de Jisreen, Saqba, Kafr Batna y Hammuriyah.
Los elementos insurgentes en los distritos de Jobar, Zamalka, Hazzah y Arbeen ahora deben ser evacuados al noroeste de Siria o reconciliarse con el gobierno sirio, por ahora, se mantiene un cese al fuego general.
Además, los acontecimientos en Harasta se aceleraron una vez que los jihadistas del grupo terrorista Ahrar al-Sham comenzaron a partir hacia el noroeste de Siria. En un día, todos los combatientes del grupo rebelde fueron evacuados y las fuerzas gubernamentales se mudaron al distrito para establecer el control total sobre él.
Ahora solo queda la antigua ciudad de Douma, controlada por los terroristas, tan aislada y singular que los analistas ni siquiera deberían hablar de un «bolsillo de Ghouta del Este».
Se cree que la ciudad y la mayoría de los terroristas que actualmente la tienen se reconciliarán con el gobierno sirio.