Artículo Original: Komsomolskaya Pravda
El medio estadounidense The Wall Street Journal ha publicado un artículo que afirma que Washington pretende ofrecer a Moscú la introducción de una misión de paz formada por 20.000 efectivos y no bajo control de Naciones Unidas sino de la OSCE. Si esta información es correcta, se puede decir que Donbass tendrá que esperar mucho tiempo para ver a esa misión de paz. Porque es evidente que ni Moscú ni Donetsk ni Lugansk pueden aceptar esa opción. Sin embargo, satisface plenamente a Kiev.
En primer lugar, la cantidad de personas armadas propuesta, equivalente a dos divisiones militares completas, prueba una cosa: el plan no es que estén presentes únicamente en la línea de separación (la línea de contacto) entre el Ejército Ucraniano y las Repúblicas Populares en la zona de conflicto, sino también en la frontera entre Donbass y Rusia, donde no hay conflicto y no se está produciendo batalla alguna. De esta forma, Kiev quiere organizar un bloqueo completo de la RPD y la RPL utilizando a la misión de paz internacional.
En segundo lugar, los números dejan claro que se trataría de una misión muy diferente a la idea que se había planteado hasta ahora. Hay que recordar que inicialmente se propuso que la misión de paz proporcionara seguridad al personal de la Misión Especial de Monitorización de la OSCE en Donbass. En estos momentos, esa misión cuenta con 550 empleados. Es decir, según los números propuestos, cada observador de la OSCE contaría con 36 personas garantizando su seguridad y serían un 40% del personal de la misión de paz. Parece excesivo.
Las últimas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Pavlo Klimkin, son una confirmación indirecta de la veracidad de la información publicada por The Wall Street Journal. Klimkin afirmó que ya hay un principio de acuerdo para el borrador de una resolución de Naciones Unidas sobre la misión de paz, discutida con el enviado especial del Departamento de Estado de Estados Unidos, Kurt Volker.
“Estamos hablando de las cifras y de la composición, que, por definición, no puede contener tropas rusas. Sobre la cifra diré que no es lo más importante; lo más importante es cerrar la frontera, entonces decidiremos”, afirmó el ministro. “Hemos coordinado los parámetros básicos de nuestra posición”. Al mismo tiempo, Klimkin no dudó en insistir en el objetivo principal que busca Kiev: “tenemos una posición clara, lo que sea necesario para mantener todo Donbass”.
Otra confirmación indirecta es el hecho de que Washington, que sí ha se ha manifestado para negar categóricamente los rumores sobre la decisión de suministrar armamento letal a Ucrania, se ha mantenido en silencio ante la filtración de The Wall Street Journal, sin confirmar ni desmentir la información.
Aún está por ver cuál será el papel de la OSCE si esa resolución se adoptara en la ONU. También es posible que Rusia, que dispone de poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, utilice ese veto para evitar la aprobación. Mientras tanto, la OSCE ya está involucrada en el proceso de “reconciliación” y resolución del conflicto.
Sin embargo, hay ciertas consideraciones contra la participación en la misión. La OSCE nunca ha participado en una misión de paz de tal magnitud. Los dirigentes de la organización se han posicionado claramente a favor de que sus “agentes sobre el terreno” estén desarmados y se han negado incluso a armar a quienes trabajan ahora en Donbass [la primera idea para introducir una misión armada en Donbass fue una misión policial armada de la OSCE, opción rechazada por la organización-Ed]. En la organización, las decisiones han de tomarse por consenso, por lo que también es probable que esa decisión no se acepte tan fácilmente.