Unos cinco mil refugiados sirios que residían en la provincia de Hatay, en el sur de Turquía, regresaron a sus hogares en las últimas tres semanas, según publicó hoy el diario Sabah, afín al gobierno turco.
Las cifras de este retorno corresponden a la segunda quincena de octubre y la primera semana de noviembre, y estarían motivadas por la puesta en funcionamiento de la zona de distensión en la provincia siria de Idlib, que según las negociaciones de Astaná debería conducir al fin de los combates que asolan desde 2011 el país árabe.
Según Ankara estos desplazados sirios vuelven a localidades que ahora se encuentran bajo control del ejército turco, que junto a Rusia e Irán, son los garantes de que se cumpla el alto el fuego acordado en la capital de Kazajistán para ser aplicado en varias zonas de Siria.
Además, otros seis mil 715 refugiados sirios decidieron abandonar Turquía durante el mes de agosto, pues tras viajar al norte de Siria para celebrar con sus familiares la fiesta musulmana del Sacrificio, ya no regresaron al haber sido liberadas sus localidades de grupos terroristas.
La mayor parte de ellos procedían de Aleppo, Azaz, al Rai, al Bab, Jarablus, Mare, Soran y Aktarin.
Turquía alberga a más de tres millones de refugiados sirios, la mayor parte de ellos en las principales ciudades del país, pero desde 2015 los pasos fronterizos con Siria permanecen cerrados y se construyó un muro fronterizo a lo largo de todo el territorio limítrofe para tratar de frenar la afluencia de desplazados por la guerra y el paso ilegal de combatientes.