Según el resultado del escrutinio concluido la víspera, casi a medianoche, Musumeci obtuvo el 39,8 por ciento de los votos, seguido por Giancarlo Cancelleri, del Movimiento 5 Estrellas (M5E), con 34,7; y Fabrizio Micari, del Partido Democrático (PD), con el 18,7.
A continuación se ubicaron Claudio Fava, candidato de un frente de izquierda encabezado por el Movimiento Democrático y Progresista (MDP, Izquierda Italiana (SI), los Verdes, Refundación Comunista y movimientos sociales, con 6,1; y Roberto La Rosa, de Sicilianos Libres, con el 0,7.
De los 4,66 millones de electores con derecho al voto concurrieron a las urnas 2,17, equivalentes al 46,76 por ciento, comparado con 47,41 en 2012.
La victoria en Sicilia, región a la cual corresponden 62 de los 630 escaños de la Cámara de Diputados, aproxima a los dirigentes de los tres principales partidos del centroderecha, aunque para formar una coalición quedan aún por solucionar temas relacionados con el liderazgo, diferencias programáticas y prioridades tácticas.
Entre las más importantes en este último sentido, están una posible alianza de FI con el PD después de las elecciones legislativas, a lo cual se opone Salvini, y una intención similar de su parte respecto al M5E, enemigo jurado de Berlusconi.
El gran derrotado en los comicios de Sicilia, en los cuales se eligieron además los 70 miembros de la asamblea legislativa regional, fue el PD y en especial su actual secretario, el ex primer ministro Matteo Renzi, quien podrá enfrentar eventualmente nuevos retos a sus aspiraciones de retornar a la jefatura del gobierno.
Al aceptar el fracaso, dirigentes del partido como Davide Faraone, apuntaron el dedo acusador, según el diario La Repubblica, contra otras organizaciones como el MDP y SI, al no apoyar a Micari y presentar en cambio la candidatura de Fava con lo cual, según ellos, dividieron el voto del centroizquierda.
Las críticas fueron dirigidas también contra el presidente del Senado, Pietro Grasso, oriundo de Sicilia donde desarrolló su carrera como magistrado antimafia, quien no sólo declinó ser el candidato del PD, después de dos meses de espera por su respuesta, sino que abandonó el partido tras la aprobación de la nueva ley electoral.
En el mismo sentido sobre la división del centroizquierda se pronunció el vicesecretario y coordinador del PD, Lorenzo Güerini, para quien lo importante ahora es ‘trabajar sin demora para lograr y formalizar una alianza que sea alternativa a la derecha y al populismo y trabajar de inmediato con vistas a las elecciones nacionales’.
El responsable nacional de entes locales de SI, Paolo Cento, rechazó ‘el vulgar ataque del PD contra el presidente del Senado’ y agregó que Faraone descargó su la frustración de la derrota del PD contra la izquierda, ‘con una trayectoria limpia en Sicilia y contra Fava, un candidato de grandes cualidades’.
Por su parte, Davide Zoggia, diputado del MDP, calificó de espectáculo decadente las declaraciones de Faraone quien, dijo ‘en lugar de asumir la responsabilidad por lo que está sucediendo en sus filas’, descarga una responsabilidad política inexistente sobre Grasso.
Mientras tanto, el portavoz del presidente del Senado emitió una declaración en la que calificó de ‘excusa patética’ imputarle a su jefe la derrota del PD y precisó que su salida del partido se debió a que los métodos y contenidos de la actual dirección, se alejan mucho de su obra como ciudadano al servicio del Estado y las instituciones.
Asimismo, el también diputado por el MDP, Miguel Gotor, expresó que las declaraciones de Faraone confirman ‘la arrogancia del grupo renziano’ ante los electores sicilianos ‘que rechazaron ruidosamente el proyecto transformista de marca centrista’ del PD.
Otra señal fuerte que emerge de la elección regional es la confirmación del M5E como principal fuerza política del país en términos absolutos, pero con un techo en torno al 30 por ciento, con el cual le será muy difícil aspirar al triunfo en los comicios legislativos si persiste en su posición de no formar alianzas previas.