Italia promueve el turismo hacia lugares de importantes valores históricos y culturales como Venecia, Florencia y Roma, pero apuesta con fuerza a otras alternativas y complementos extendida por toda la nación.
El ministro de Cultura y Turismo (Mibact), Dario Franceschini, anunció el llamado turismo lento y sostenible, un proyecto para aquellos que visitan o viven en Italia con un interés más allá de las vacaciones y deseen sumergirse en espacios ricos en arte, buena comida, paisaje y espiritualidad, expresiones genuinas de esta nación.
Estará igualmente dirigido a mejorar los territorios italianos menos conocidos por el turismo internacional.
Por todo el trabajo pretérito que implica el anuncio es casi con dos años de antelación, tal como ocurre en la celebración del Turismo 2018, dedicado a la comida italiana, el del presente año consagrado a los pueblos medievales, y el de 2016 a los caminos.
Precisamente, Franceschini ofreció información sobre los nuevos proyectos al presentar el Atlas Nacional de los caminos, un nuevo portal del Mibact, donde se ofrecen todas las rutas y senderos históricos, sociales, culturales y recreativos.
Esas son ideas que se engarzan entre sí en el plan estratégico 2017-2022 de desarrollo turístico para visitas a pie, a caballo, en bicicleta, a lo largo de los ferrocarriles históricos o abandonados.
Se trata, según sus patrocinadores es hacer una red de rutas y también de restaurantes, lugares de alojamiento, asistencia para caminantes y ciclistas, así como rescatar espacios históricos dedicados a la artesanía, a la enogastronomía y al conocimiento más general de los territorios por los que se transitan.
A mediados de año, cuando se decidió dedicar el turismo en 2018 a la comida italiana, Franceschini y el presidente de la Confederación Nacional de Agricultores Directos (Coldiretti), Roberto Moncalvo, firmaron un memorando de entendimiento para promover acciones conjuntas en ese sentido.
Promover el turismo campestre es esencial para dar a conocer la producción agrícola típica local, en el entendido de que el futuro de la oferta turística de Italia está ligada a un nuevo modelo de desarrollo a partir de sus propias fortalezas de herencia histórica y artística, el paisaje y sus propios alimentos, destacó Moncalvo entonces
Con ese objetivo se realizó un levantamiento de todas las zonas agrícolas de interés cultural, del paisaje, arqueológico e histórico que puedan ser referentes para el desarrollo del turismo internacional.
Italia cuenta, como pocas naciones en el mundo, con una gran cantidad de antiguas producciones agrícolas trasladas de una generación a otra, en zonas únicas donde coinciden tradiciones culturales, artísticas e históricas de gran interés.
De igual modo, según un estudio de Coldiretti, el 54 por ciento del éxito del turismo italiano depende de la combinación de alimentos, medio ambiente y cultura, iniciativa que da continuidad a lo que durante todo este año se hizo respecto a los burgos medievales a los cuales está dedicado Turismo 2017.
Se trata de territorios ricos en historia y tradiciones que merecen ser apoyados ‘desde el corazón’ como expresa el título de una de las acciones más importantes del proyecto ‘Viaje a Italia’, promovido y organizado por varias regiones junto el Mbact, para contribuir al rescate de esos pequeños asentamientos dañados por sismos.
En esos sitios representativos de la historia, cultura y tradiciones de este país y otrora capitales del arte, se monta la iniciativa nacional que incluye mil pueblos como parte del plan estratégico de desarrollo turístico diseñado por el gobierno.
Esas acciones se unen a la celebraciones del Año Internacional de Turismo Sostenible este 2017 promovido por Naciones Unidas, el cual tiene como fin construir nuevos destinos de viaje basado en las tradiciones, experiencias, emociones, autenticidad y calidad de vida.