El vicejefe de la Resistencia Islámica o Hizbulah, Nabil Qauq, reveló hoy que la dimisión del primer ministro, Saad Hariri, forma parte de planes sauditas para desestabilizar El Líbano.
Esa renuncia, añadió, contiene intenciones de alterar el papel y la identidad del Eje de Resistencia en la región, convertir al país en un súbdito saudita que sea obediente a Israel y ataque a Yemen, Siria e Iraq.
En un comunicado, Qauq denunció que el régimen saudita trata de cambiar el estatus, la identidad y restar mérito a los éxitos recientes de la Resistencia Islámica libanesa o Partido de Dios para sumergir a esta nación en la sedición y el caos.
Esa constituyó la respuesta de Hizbulah a la renuncia de Hariri y a sus acusaciones sobre Irán y la Resistencia respecto a que tienen bajo su control a El Líbano.
Según informes, la dimisión del primer ministro libanés se derivó de fuertes presiones ejercidas por el régimen de Riad.
Hariri viajó a Arabia Saudita por segunda vez en una semana y es notorio que anunciara su dimisión por la cadena televisiva saudita Al Arabiya y desde territorio saudita.
Al Arabiya trató de justificar ese abandono del puesto por una presunta amenaza de atentado. Transmitió que la semana pasada, Hariri salió ileso de un intento de asesinato.