El conocido economista y ex subsecretario del Tesoro en la Administración de Ronald Reagan, Paul Craig Roberts, calificó en su blog a los responsables de la política exterior de Estados Unidos de «idiotas» y les instó a «antes de que nos hagan saltar por los aires» reconocer que las capacidades militares de Rusia son superiores a las de EEUU.
El artículo pone de ejemplo que «la Armada de Estados Unidos se ha quedado obsoleta con los misiles Tsirkon rusos» y que «el carísimo caza F-35 ni les hace sombra a los cazas rusos».
Roberts, que trabajó para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos durante la presidencia de Ronald Reagan, admite en su blog que «las tropas rusas son superiores en combate, en rapidez y en entrenamiento y están más motivadas» porque «no han pasado 16 años protagonizando guerras sin sentido alguno contra Dios sabe qué».
Avisa de que si EEUU acaba enfrentándose a una potencia militarmente superior será culpa de Hillary Clinton, del exdirector de la CIA, John Brennan, y de las instancias militares y de seguridad estadounidenses. También culpa a la prensa y a los partidos de izquierda, liberales y progresistas quienes, «aliándose con los neoconservadores», se han posicionado contra el presidente estadounidense, Donald Trump, y han intentado que no se normalicen las relaciones con Rusia, por lo que «el Armagedón pende sobre nosotros como la espada de Damocles».
«¿No están de acuerdo en que resulta indignante, increíble, imperdonable, inexplicable e imprudente que el Partido Demócrata, los medios de comunicación escritos y en la televisión y los órganos militares y de seguridad -que se supone que tienen que protegernos- y los progresistas y liberales cooperen entre sí para destruir la raza humana?», se pregunta el economista.
Asegura que el fracaso de la política estadounidense, de los medios de comunicación y de los intelectuales es «total» e insta al mundo a encontrar la forma de «poner a Washington en cuarentena» antes de que «el mal destruya la vida en la Tierra».
Por su parte, Rusia ha reiterado en muchas ocasiones que su potencial armamentístico tiene solo fines defensivos y que no pretende atacar a nadie.
EEUU tiene dos opciones, o renunciar a la imposición global de su hegemonía unipolar basada en la guerra y en una moneda artificialmente inflada, o integrarse a un nuevo paradigma económico multipolar basado en la cooperación, hasta ahora, impulsado por el eje asiático. Pero resulta bastante complicado visualizar a EEUU dejando a un lado los cimientos económicos que han sostenido a la patocracia en el poder hasta ahora, y que pase a considerar otras alternativas menos injerencistas y destructivas poco acordes con la visión patológica de los que detentan el poder en EEUU.