La Unión Europea mantiene «una relación hipócrita» con la voluntad de los pueblos


El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, habló durante el Club de debate Valdái de Moscú sobre el peligro que la ‘doble moral’ en la geopolítica representa para el crecimiento de la UE. Pero no ha sido el único que se ha pronunciado al respecto.

Comentando las palabras del mandatario ruso se refirió el presidente de la Federación de Sociedades de los Tártaros de Crimea en Turquía, Unver Cel, quien calificó la actitud de la Unión Europea hacia la voluntad popular de sus habitantes de «hipócrita».

«En su discurso, lo que dice Putin es que Occidente durante muchos años ha demostrado mantener una relación hipócrita con la expresión de la voluntad de los pueblos. Cuando Yugoslavia se disolvió, la UE apoyó dividir el territorio en pequeños estados nación. Más tarde Occidente apoyó sin reservas la independencia de Kosovo», recuerda Cel, a la vez que asegura que con el Reino Unido la UE «mostró sus dos caras» al rechazar su proceso de secesión.

«Lo mismo ha ocurrido después cuando no ha reconocido el referéndum sobre la independencia de Cataluña o del Kurdistán iraquí. Y más importante todavía: reaccionó muy negativamente a los resultados del referéndum de Crimea en el que el pueblo mostraba su decisión de irse de Ucrania y unirse a Rusia».

Cel cree que la UE tiene miedo de que los países occidentales comiencen a dividirse en otros más pequeños. Para evitarlo, dice «intenta obligar al mundo a ocuparse de otros problemas en otras regiones». En este sentido, opina que la ONU «es insuficiente» y que está lejos de poder unir a los pueblos del mundo, ya que no cuenta con mecanismos efectivos que le permitan adoptar decisiones. «La ONU está bajo una presión muy fuerte que viene de EEUU y de la UE», alerta.

Por su parte, Celal Baslangic, periodista turco y colaborador en varios rotativos de su país, cree que los países occidentales temen en gran medida fortalecer las tendencias separatistas en su propio continente y que esta es la base de todas sus contradicciones.

«La Unión Europea teme las demandas de las regiones de sus países que quieren proclamar la independencia. Las considera una amenaza para su unidad. Occidente hizo la vista gorda ante las atrocidades de la policía española durante el referéndum en Cataluña del 1 de octubre. Una situación completamente contraria a los valores de la UE», sentencia el periodista.