Las fuerzas iraquíes siguen avanzando de forma rápida ante los milicianos kurdos y toman el control de varias zonas fronterizas del país.
Según ha informado el portal web Almasdar News, la Policía Federal iraquí, respaldada por las fuerzas progubernamentales, recuperaron el martes el paso de Rabia, fronterizo con Siria, tras una breve operación contra las fuerzas kurdas (los Peshmerga) en la provincia norteña de Nínive.
De acuerdo con este informe, una vez que comenzó la operación, los milicianos kurdos, que tenían el control de Rabia desde 2014, abandonaron sus puestos a lo largo de la frontera y entregaron sin resistencia esta región a las fuerzas iraquíes.
Ahora, la Policía iraquí está intentando asegurar la cercana ciudad de Zumar, que todavía está controlada por los kurdos tras la expulsión del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en 2014.
Por su parte, los informes indican que los Peshmerga se han retirado ante los avances de las tropas iraquíes de la región de Janaquin, en la provincia oriental de Diyala, próxima a la frontera con Irán.
La retirada se produjo después que las Unidades de Movilización Popular iraquí (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) anunciaran que han entrado, junto a las fuerzas de seguridad, en la comarca de Janaquin, ocupada también desde hace tres años por los kurdos.
El avance de las tropas iraquíes tiene lugar un día después de las fracasadas conversaciones entre los líderes kurdos y el Gobierno iraquí, pues los primeros se negaron, como exigía el Gobierno central, a anular el resultado del referéndum separatista celebrado el 25 de septiembre, que viola la constitución del país árabe.
La iniciativa secesionista fue tachada de “ilegal” por Bagdad. La comunidad internacional tampoco la reconoce, pues considera que solo aumenta las tensiones en el país árabe.
En los últimos días, las fuerzas militares del Gobierno central iraquí también se han apoderado, sin conflicto alguno, de todos los yacimientos de petróleo, carreteras y áreas clave en la provincia de Kirkuk.