El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, deberá responder hoy al ultimátum del gobierno de Mariano Rajoy, quien le pidió concretar si declaró o no la independencia de esa región española en su comparecencia de la semana pasada.
Rajoy envió el miércoles último un requerimiento a la Generalitat (ejecutivo catalán) para que dilucide si proclamó o no la secesión de esa comunidad autónoma del noreste del país europeo, antes de promulgar acciones para contrarrestar ese supuesto.
‘El Consejo de Ministros acordó requerir formalmente al gobierno de la Generalitat para que confirme si ha declarado la independencia de Cataluña al margen de la deliberada confusión creada sobre su entrada en vigor’, precisó entonces el mandatario.
Aludió así al discurso de Puigdemont, quien el pasado martes asumió el mandato de los ciudadanos para que esa región se convierta en un Estado independiente en forma de república, tras el triunfo del sí a la secesión en el polémico referendo del 1 de octubre.
Sin embargo, acto seguido solicitó al parlamento regional, dominado por los partidos separatistas, posponer esa decisión por unas semanas para permitir el diálogo con el ejecutivo del derechista Partido Popular de Rajoy, con el fin de llegar a una solución acordada con España.
Este requerimiento, previo a cualquiera de las medidas que el gobierno puede adoptar al amparo del artículo 155 de la Constitución, pretende ofrecer a los ciudadanos la claridad y seguridad jurídica que requiere una cuestión de tanta importancia, enfatizó Rajoy.
La eventual aplicación del citado artículo de la Carta Magna permite a Madrid tomar el control parcial o total de cualquiera de sus 17 regiones, en caso de que incumplan con sus obligaciones o actúen gravemente contra el interés general de España.
En el caso de que la respuesta de Puigdemont sea positiva, el ultimátum de la administración central se amplía hasta el venidero jueves para que el gobernante autonómico revoque la hipotética declaración unilateral de independencia.
El mandatario separatista evitó la víspera develar su respuesta al asistir a un homenaje a Lluís Companys, presidente catalán que en 1934 proclamó una independencia que duró 10 horas.
Seis años más tarde, un 15 de octubre, Companys fue fusilado en Barcelona por la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975).
Con todo, hizo alusiones a su compromiso con los resultados del referendo de autodeterminación del 1 de octubre, prohibido por el Tribunal Constitucional a instancias del Palacio de La Moncloa (sede del ejecutivo español).
Según los resultados definitivos publicados por la Generalitat, en la consulta soberanista participaron dos millones 286 mil 217 personas, el 43 por ciento del censo.
Del total de votos contabilizados, dos millones 44 mil 38 -el 90 por ciento- se inclinaron por la separación de ese territorio, una aspiración declarada ilegal por La Moncloa al no estar contemplada en la Constitución española.