En la frontera de las provincias sirias de Deir Ezzor y Hasaka tuvo lugar un múltiple acto terrorista. Los suicidas han explotado tres coches bombas que han impactado directamente contra la muchedumbre de refugiados.
El acto terrorista, como se aprecia, fue planificado para causar el mayor número de muertes entre niños, mujeres y ancianos. El Estado Islámico ha tomado la autoría de este atentado.
No menos de 180 personas han perdido la vida. Esta cifra ha sido comunicada por la dirección sanitaria de Hasaka.
Ocurrió todo aproximadamente a las 8 de la tarde en un gran campamento de refugiados a 85 kilómetros al sur de Hasaka. Dos furgonetas con un pequeño intervalo de tiempo atacaron a las personas que intentan escapar de la guerra. Una tercera bomba fue puesta directamente contra la muchedumbre que intentaba recobrarse de los dos atentados anteriores y ayudaban a otros.
Dos hospitales en Hasaka no daban a basto con tantos heridos y decidieron enviarlos al hospital de la ciudad de Qamishli.