Durante el intercambio de disparos fue alcanzado un civil que sucumbió a las heridas, explicó.
Los organismos de inteligencia nacional lo señalan como uno de los principales artificies de las masivas protestas que sacudieron el pasado año ese estado, el único de la India con mayoría musulmana.
Esa ola de violencia comenzó el 9 de julio de 2016, tras la huelga decretada por los líderes separatistas del territorio en protesta por la muerte de un comandante de Hizbul Mujahideen, otra formación armada considerada terrorista por Nueva Delhi.
En los meses siguientes casi un centenar de personas murieron y unas 10 mil resultaron heridas por disturbios, que además provocaron importantes daños a la economía de Jammu y Cachemira.
Basado en cifras oficiales, el diario Hindustan Times reveló recientemente que la violencia separatista en ese estado causó desde 1990 unos 41 mil muertos, a un promedio de cuatro víctimas mortales cada día.
Del total, 14 mil fueron civiles, cinco mil miembros de las fuerzas de seguridad y 22 mil milicianos, precisó.
Nueva Delhi acusa a Islamabad de respaldar a esas formaciones islamistas, que ejecutaron en el pasado mortíferos atentados en diversas partes de esta nación surasiática.
Pakistán rechaza esas denuncias al considerar a esas agrupaciones como actores no estatales.
Ambos países mantienen una añeja disputa por la dividida Cachemira desde 1947, que tanto la India como Pakistán reclaman en su totalidad y causante de tres guerras y varios conflictos menores.