El portavoz de la Presidencia checa, Irzi Ovchachek, calificó de «grito en una cueva de neandertales» las recientes declaraciones de los diputados ucranianos dirigidas contra el presidente checo, Milos Zeman.
«Los insultos agresivos de algunos políticos ucranianos contra el presidente no son más que un grito que viene de una cueva de neandertales. La Europa moderna no es para ellos», declaró.
Anteriormente, el primer ministro de Ucrania, Volodimir Groisman, llamó «enfermo mental» al mandatario checo por haber declarado durante la celebración de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por sus siglas en inglés) que la pérdida de Crimea por parte de Ucrania es un asunto cerrado y por apuntar como posible solución a una indemnización a Kiev por parte de Moscú.
A su vez, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, rechazó categóricamente las declaraciones de su homólogo checo.
Por su parte, los miembros del grupo nacionalista ucraniano Cuerpo Nacional llevaron una cabra hasta la embajada de la República Checa en Kiev en señal de protesta.