El diálogo y la negociación nacional e internacional es la propuesta para abrir un período de mediación, expresó el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, durante su comparecencia ante el Parlamento para exponer las consecuencias políticas que tuvo el referendo independentista realizado el 1 de octubre.
En su alocución Puigdemont manifestó: “No somos unos delincuentes, golpistas, ningunos locos. Somos gente normal que piden poder votar”.
El presidente de la Generalitat precisó no tener nada contra España y los españoles, al contrario, “nos queremos entender mejor porque desde hace años la relación no funciona”.
Puigdemont aseguró que desde el inicio del proceso han pedido un diálogo con el Gobierno de España, mientras que la respuesta ha sido una negativa rotunda acompañada de las presiones policiales.
Recordó la violencia registrada en la jornada electoral que dejó casi 900 heridos agredidos por la Policía Civil, cuando intentaba impedir la participación.
Aseguró que el Gobierno de Cataluña no se va a apartar del diálogo, la conciliación y el respeto de las diferencias.
Destacó que desde la muerte del dictador Francisco Franco, Cataluña ha sido sino más el que ha contribuido con España y pensó que podía haber un nuevo sistema de relaciones.
El presidente de la Generalitat afirmó que en la actualidad hay una ley que rige y que no es el resultado de los deseos de los catalanes y además el Gobierno de España no ha hecho nada para cambiar esa condición.