Al menos 26 personas, entre ellas nueve policías, murieron y otras 58 resultaron heridas ayer por un atentado suicida en Lahore, capital de la oriental provincia pakistaní de Punjab.
Miembros de ese cuerpo realizaban una operación de demolición de viviendas ilegales cuando un motociclista cargado de explosivos se lanzó contra ellos, explicaron fuentes de seguridad al canal Geo News.
La acción fue reivindicada por los talibanes pakistaníes, quienes mediante un comunicado anunciaron el nombre de suicida.
El jefe de policía de Lahore, Amin Wains, confirmó que se trataba de una explosión suicida y que ‘el objetivo era la policía’.
Tanto el primer ministro Nawaz Sharif como las autoridades de Punjab condenaron la nueva matanza y llamaron a intensificar la lucha contra los grupos radicales presentes en el territorio nacional.
Tras la explosión los heridos fueron trasladados a diversos hospitales de la urbe, que en los últimos años ha sido uno de los blancos favoritos de las formaciones extremistas.
En febrero otro suicida mató a 14 personas en un ataque cerca del parlamento de la provincia.