Rafael Markus Lusvarghi se hizo conocido, cuando llegó de Brasil al Donbass, para entrar voluntariamente en milicias de la Republica Popular de Lugansk, fue herido y aceptó la ortodoxia. Los medios de comunicación de Ucrania y «patriotas» morían de la rabia . Ahora tienen una gran oportunidad por pagar con su odio al antifascista brasileño.
Después de recibir heridos, Lusvarghi decidió volverse a la vida civil y comenzó a buscar un empleo.
«A principios del año (2016) Lusvarghi envió una gran cantidad de mensajes a las empresas privadas de seguridad por correo electrónico, porque estaba buscando trabajo. Ha recibido varias ofertas de trabajo de diferentes lugares. Seis meses más tarde, recibió un mensaje de un correo electrónico de Omega Consulting Group. Le respondieron de su oficina del Reino Unido en enero», relata Rafael Machado, un amigo de Lusvarghi.
Fue detenido por agentes de la SBU ( Servicio de Seguridad de Ucrania) el 6 de octubre de 2016 en el aeropuerto cerca de Kiev, cuando trató de volverse a Brasil. De hecho, la SBU realizó una operación especial exitosa que llevó a Lusvarghi en su territorio.
En enero de 2017, Lusvarghi fue trasladado al centro de prisión preliminar de Kiev, Lukyanovskiy, donde de su caso se dedico a inmediatamente y profesionalmente la administración del sistema penitenciario,»patriotas» de los detenidos y criminales condenados. Naturalmente, esto simplemente no podría suceder sin un permiso de la oficina del fiscal y SBU ( servicio de seguridad), debido a que la supervisión de la OSCE y otras organizaciones internacionales sobre las instituciones similares nadie ha cancelado.
Por eso es poco probable que las autoridades del centro de prisión prleminar comiencen a su propio riesgo inicio del procedimiento de la «inflexion» tanto física, como psicológica del prisionero extranjero. Aunque es probable que en este caso la OSCE esté ciega, como en el Donbass.
Actualmente Lusvarghi realmente esta sometido a torturas. Otra más palabra que terror no puede ser llamado lo que sucede alli. Sin embargo, entre los empleados del sistema penitenciario de Ucrania hay buena gente, de otro modo esta información no nos llegaria.
Hace pocos días Lusvarghi fue golpeado una vez más por los «ladrones», que exigían de él dinero, una gran cantidad de dinero (que no lo tenia y no lo tiene). Al hacerlo, lo insultaron y amenazaron con matarlo si no cumplía con sus exigencias. La administración de la institución está al corriente del incidente, pero finge que no pasa nada.